Por fin pude aceptar la invitación del amigo Valladares a conocer un coqueto bebedero que tiene en su finca. El viento (y el vecino con la segadora...) impidieron sacar el máximo provecho a la tarde, pero aun así, una experiencia muy gratificante. (Gracias tocayo :)).
La misma umbelífera de esta entrada del blog, pero ahora más abierta, y acogiendo a una alondra que lleva el pico lleno de viandas para la prole.
A mediados de junio de 2013, buscando orquídeas (y lo que fuera) en un increíble prado de la zona de Misiego, Villaviciosa (Asturias), uno de los muchos invertebrados que me hicieron disfrutar a lo largo de toda la mañana fue esta araña, posiblemente un ejemplar de Tetragnatha montana. Era un día nublado, y parecía tener luz interior!.
Una de esas especies en las que por mí mismo no había reparado, y a base de insistirme (véase Huellas y bichos: Paloma Zurita) le estoy cogiendo hasta cariño :D. Es una paloma otrora muy abundante, pero dado que gusta de anidar en oquedades de árboles, y estos han ido sufriendo un retroceso en su distribución durante las últimas décadas (siglos), ahora resulta rara de ver, o al menos, en concentracones muy puntuales. A principios de julio, acechando (con hide) en un manantial natural, pude hacer estos retratos, donde se ven algunas de las características fundamentales para diferenciar a éstas de las torcaces o las bravías: ojos oscuros, ovispillo gris, mancha verde en cuello... :)
