Pocas oportunidades tan increíbles de disfrutar un observación así, y poder fotografiarlo.
Para recrear un rato la vista espiando a un gato montés de nuestra Cordillera Cantábrica.
Estos días de otoño estamos teniendo por Asturias (norte de la península ibérica en general) una inusual entrada de picogordos (Coccothraustes coccothraustes), pudiendo encontrarse en grupos dispersos por todo el territorio, allí donde tengan acceso tranquilo a alimentos. Principalmente se están viendo estos grupos -de hasta algunas decenas incluso- asociados a espineras de espino albar, tejos, arces o carpes. Son algo esquivos, pero parecen sobrellevar perfectamente la presencia continua de humanos o sus canes sueltos en algunos parques de la región.
Puede que haya sido -y esté siendo- un año extraño en cuanto a clima y meteorología, con episodios de sequía y calor exagerados, en momentos inusuales, lo que probablemente -entre otros factores- ha motivado ciertos cambios en el comportamiento esperado de estos ungulados -y de tantas otras especies, la verdad-.
Os dejo algunas escenas, nada del otro mundo, donde ver algunos de los venados que pudimos observar estos días entre Asturias y León.
