Aun pasean elegantes, o discuten en acaloradas ruedas, los enormes y vistosos machos de avutarda en los páramos leoneses. En sus zonas tradicionales, llegan a formar parte de un paisaje abierto que en esta época muestra su mejor cara.
Independientemente de lo que opine desde el punto de vista ambiental, no cabe duda de que visualmente, algo así jamás podrá dejarte indiferente. Se trata de una mina de oro (Mina El Valle-Boinás) con una mineralogía espectacular, y un aspecto no menos impactante.
En un paseo por Somiedo, nevado, realmente frío, pero apacible, con el cielo algo alborotado, y esta vista del pico Mocoso. He preferido el blanco y negro, porque me encanta las texturas, especialmente la de los árboles con la nieve. (Esta foto va de cabeza a la galería de paisajes )
No es una silueta, como las anteriores 'intimidades'. Esta vez el mismo hilo argumental me ha llevado a un lugar. La misma sensación de estar espiando al trepador o al herrerillo, o la escena de la ardilla, haciendo cosas sencillas, casi 'reflexionando', en su mundo sin distracción o interferencia externa, pero aplicado a un lugar, un pequeño rincón, apartado, tranquilo, que aunque haya sido encontrado por casualidad, puede estar confiado de que será dificil que suceda de nuevo, por lo oculto de su naturaleza, pero que sin embargo existe siempre, y siempre es y ha sido, desde más tiempo atrás del que yo pueda contar...
