La gente | Retratos
Un puñado de retratos de habitantes del Atlas. Sin duda, el impacto mayor fueron los niños, acercándose en mitad del desierto a los pocos extranjeros que pasábamos por allí, corriendo, saludando y pidiéndo ‘algo’ -‘stylo!, stylo!’ gritaban casi siempre (lapicero, en francés). Casi siempre les dábamos fruta, o alguna barrita energética, o cuando ya no teníamos nada, les hacía una pulsera con cordino de colores llamativos :). Recuerdo especialmente como una niña, con su hermano menor a la espalda, en mitad de las llanuras en torno a los grandes lagos Isli y Tislit, se acercaron corriendo la primera vez que pasamos, y pudimos regalarles unas naranjas. Al final del día, debíamos pasar por el mismo lugar, y allí volvieron a aparecer. Temíamos no poder darles nada, y cual fue nuestra sorpresa, cuando en esta ocasión, nos estaban invitando a su casa, con sus padres, a cenar. ¿qué puedes pensar en un momento así?… pues que TODO el mundo debería aprender muchas cosas de gente tan humilde. El pueblo Bereber es sin duda especial.
