Me hizo mucha ilusión encontrar estas pequeñas crías de lagarto verdinegro, en un rincón al que con frecuencia acudo, y donde sé que hay una población estable de esta especie. Desde la primavera pasada fueron muchas visitas, pudiendo observar gran parte de su esquivo comportamiento: solearse, ligar, aparearse, cazar, etc... Este es el fruto de sus devaneos amorosos primaverales :D. Tendré que preparar un monográfico para esta especie, que ya voy teniendo bien documentada :). (nota: el tamaño de este pequeñajo es de apenas 7 u 8 cm, y abría la boca como si pudiera comerme!).