Rebecos en la intimidad

Al atardecer, en cualquier rincón de la Cordillera Cantábrica, siempre está pasando algo, lo veamos o no. Y cuando lo vemos, solo podemos observar en silencio las maravillas ocultas de la naturaleza.

En esta ocasión, un pequeño grupo de rebecos, con varias madres y crías de este año, están tranquilas en su discreta atalaya, ajenas a nuestra presencia, y mientras los adultos se asean, algún pequeñín imita a su madre mordisqueando flores en la caliza.

Grabado esta primavera en algún lugar de Somiedo, Asturias.