Los días ya empiezan a calentar desde media mañana, de modo que la mayoría de reptiles de nuestro territorio comienzan a estar activos, incluso muy activos.
Así sucedía esta semana con esta joven cría de víbora de seoane (Vipera soeanei), en un entorno de montaña de la Cordillera Cantábrica.
El encuentro fue breve, intentando reflejar la belleza de este precioso ‘bicho’, tan odiado por unos, pero que engancha a los amantes de la herpetología.
Con una talla de unos 20 cm y un color negro por todo el cuerpo, el breve encuentro alegró la mañana de una primaveral jornada de campo.