Otro día se escapa. Las tardes de febrero esperan la llegada de la primavera. El viento frío trata de llevarse el invierno, pero aun le costará unas semanas.
Llegada esta época, y como ya adelantábamos en un post anterior, numerosas especies de pequeñas aves presentan algunas dificultades para obtener su sustento, o refugio frente al frío y otras inclemencias del tiempo. Está en nuestra mano facilitarles un poco la vida, aunque sea por egoismo por las numerosas ventajas que ofrece el tener una población sana de pequeños paseriformes, ofreciéndoles algun punto de alimentación estable durante los meses más frios.
Os dejo un par de ejemplos, de los primeros visitantes de este año a los comederos: el carbonero común (Parus major) amarillo y negro y algo más grande, y el carbonero palustre (Poecile palustris), uno de nuestros favoritos.
