La gaviota y el anzuelo
Paseando por el Parque de Isabel la Católica en Gijón, mientras disfrutábamos un día de aves y fotografía, nos dimos cuenta de que una de las gaviotas posada cerca de nosotros tenía un ‘algo’ extraño… Nos acercamos, e incrédulos descubrimos que del pobre animal colgaban más de dos metros de nilón grueso y traslúcido… Lo primero que pensamos fue lo peor, que se habría tragado un anzuelo, y el sedal quedaba por fuera colgando (cosa que me parece que sería mortal de necesidad!), pero, como mal menor, vimos que el anzuelo estaba clavado por fuera, bajo el pico. No se qué futuro le espera a esta gaviota; para nuestro ‘consuelo’, peleaba por unos trozos de pan como la que más, no tenía mal aspecto, no hacía ademán de tener (demasiadas) molestias por el indeseado piercing, y pudimos comprobar como al rato salía volando. Le deseamos Suerte!
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