No es sólo pararse a crear una fotografía, o presionar el botón de grabación de un video mientras ves lo que sucede: el time-lapse exige un grado más de abstracción, al tener que ‘imaginar’ uno u otro resultado, tras analizar las posibilidades de la escena o su evolución, recreando en la mente además todos los ‘complementos’ que podamos ir controlando en nuestro proceso de aprendizaje -filtros, intervalómetros especiales, motores, railes, etc…- buscando un resultado único, aunque sea difícilmente predecible, y muchas veces fruto de la casualidad, sometido al arbitrio del azar propio de variables como la meteorología especialmente.
Cuanto más practiques esta técnica, y más controles los resultados, más ganas tendrás de avanzar, y generar resultados más complejos y elaborados.
Nuestro objetivo en este artículo -y siguientes- será dar una vuelta de tuerca más en la creación de timelapses, empleando equipos más complejos y complementos, entrenando ‘el ojo’ y buscando los resultados que cada vez con más claridad podremos previsualizar.
Conviene repasar los anteriores artículos, para tener frescos los conceptos básicos: